de todo un poco como en botica

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domingo, 27 de julio de 2008

UNA ANECDOTA....


Un día domingo como hoy, pero hace un par de años, tres y un par de meses, para ser exactos, me llamó un amigo para ir a comer un asado a la noche, el motivo del asado era el Día del trabajador, ya que era 1º de Mayo, y si bien en ese momento éramos pocos los del grupo que trabajábamos, cualquier excusa era buena para juntarse con amigos.
Obviamente asistí al asado, ignorando que sería una noche que ni mis amigos ni yo podríamos olvidarla…
Todo transcurría en forma normal, esperábamos que este la carne, mientras se armaba un “truco” entre algunos... otros simplemente hablábamos de lo que había pasado la noche anterior, ya que fue sábado y seguro algo tuvo que haber pasado, jajaja.
Después de una espera considerable, llegó la carne por fin, acompañamos con una ensalada tranqui (en los asados solo de hombres, las ensaladas no abundan y tampoco son muy elaboradas) y descorchamos algún que otro vino, igual, como yo trabajaba al otro día, solo tome gaseosa.
Pasada la medianoche, ya estábamos satisfechos de tanto asado que por cierto estuvo buenísimo, y empezamos a levantar campamento; mientras corríamos sillas y limpiábamos la mesa y el quincho, sino la dueña de casa nos mataba, unos amigos empezaron a jugar una especie de “lucha” o juego de manos como decimos acá…¿Cuántos años tenían, ocho? No 24 y 25 respectivamente, la mayoría mirábamos como niños, seguramente tomando partido por uno o por otro, nos divertíamos, mientras seguíamos limpiando el sector.
En un momento dado, uno de los luchadores, desde ahora Marcelo, grito de dolor y exclamo que se le había salido de lugar su hombro, en ese momento otro amigo lo sostuvo y salieron disparando a buscar un auto e irse al hospital, otros lo siguieron, y quedamos en la casa un grupo de escépticos que pensaron que había dicho eso solo para terminar con la “lucha”, hasta que nos dimos cuenta que venia en serio la mano, así que decidimos ir al hospital nosotros también.
Cuando llegamos a Emergencias, Marcelo ya estaba adentro con los médicos, seguramente estaban colocándole el hombro en su lugar y dándole algún calmante para el dolor, una de las doctoras de guardia nos dice que había que hacerle unas placas y que el costo era de $ 7, en ese momento todos los ojos de mis amigos miraron hacia un solo lugar… a mi…todavía hasta hoy, no entiendo porqué… entonces puse mi cámara digital nueva en el mostrador de emergencias, saque la billetera y pagué por las placas. Al rato las radiografías estaban listas y las miramos todos como entendidos en el tema, pero obviamente solo veíamos huesitos blancos en un fondo oscuro, salvo un par de amigos que estudiaban medicina.
Después de unos minutos, mi amigo Marcelo salio de emergencias, con el brazo inmovilizado, y contaba su experiencia de volver su hombro a su lugar, mientras nos reíamos de la anécdota, y mirábamos las placas nuevamente, en la vereda del hospital.
Como yo las había visto adentro me quede atrás de la ronda para que todos admiren los huesitos blancos en el fondo negro de la radiografía, cuando en ese momento empecé a sentir una molestia muy rara en mi, el estomago me avisaba que algo no andaba bien, sentía una especie de mareo, nunca antes lo había sentido… ¿Me cayó mal el asado? Me pegunté….y fue lo ultimo que escuché por unos segundos.
Después de sentir un fuerte golpe en la cabeza sin explicación, sentí unas insoportables cachetadas en la cara como para despertarme…me había desmayado…y al parecer había pasado un par de minutos antes de que mis amigos lo noten, un borracho que pasaba por el lugar les aviso que había un tipo que se cayo como a 20 metros de ellos (evidentemente camine para atrás, jajaja), ahí se dieron vuelta y me vieron a mi tirado boca arriba, blanco como una hoja de papel, con la cámara de fotos en la mano cuan faraón egipcio con sus tesoros. Cuando volví a la tierra y me desperté, me levante del piso rápidamente tratando de demostrar que estaba bien, pero lo cierto era que la cabeza se me partía del dolor, todos entre risas y preocupación me preguntaron que me había pasado y cómo estaba, yo solo repetía que estaba bien, mientras me tocaba la cabeza en la zona del dolor, cuando me di cuenta que mi mano quedaba empapada, y no era de agua sino de sangre. Como estábamos a pasitos de emergencias porque seguíamos en la vereda del hospital, volvimos a entrar a la guardia, pero ahora por el tema de mi viaje a lo desconocido, mientras el medico venia, un amigo de los que estudiaba la carrera de medicina miraba mi herida y me decía seguramente no necesites puntos, yo sudaba frió mientras me volvía el color a la piel. Cuatro puntos, dijo el medico de guardia, un hermoso matambre mi iban a hacer, me acosté en la camilla boca abajo, para que empiecen con la sutura, cuando el doctor me dijo que necesitaba comprar un bisturí para cortarme el cabello de la zona, ya que en el hospital no había… (Sin palabras), le di la billetera a mi amigo para que compre lo que necesite, me pusieron anestesia local, gracias a Dios, y mientras me hacia efecto se dedicaron a llamarse entre los médicos para contarse la historia graciosa del tipo que se desmayo en la calle (yo) y se llamaban de esta manera:
- Hey Fulano… no sabes lo que pasó??!!- Y se mataban de risa. Yo les quería decir:- Hola!!! Estoy acá desangrándome, posiblemente con el cráneo afuera- (siempre fui un poco exagerado).
Bueno, después de la sutura, ya recuperado del golpe, con un poco de dolor de cabeza, salí de la guardia del hospital, y entre risas y burlas volví a mi casa a dormir, boca abajo toda la noche para ir a trabajar al otro día , con un hermoso moño de gasa blanca en la cabeza.
Lo mejor de todo es que para mis amigos fue de las mejores anécdotas que quedarán en la historia y se lo hicieron saber a sus amigos, tanto que el sábado siguiente al incidente, fui al boliche y gente que yo NO conocía sabia la historia y me venia a saludar y a agradecerme por lo que se habían divertido con mi desgracia, o simplemente para corroborar que la historia era cierta… Bueno pero son cosas que no se olvidan, tuve mis 15 minutos de fama, y quedo en el top ten de las mejores anécdotas de mis amigos y de los no tanto…espero ser parte de muchas anécdotas mas. Besos

ahi va una prueba de lo que les conte....




2 comentarios:

matutesf dijo...

Juassssssssss, a pesar de que me contaste la anecdota, se me dibuja una sonrisa cuando la leo, pero reconoce que te impresionaste y el cagazo hizo que te desmayes, jajajaja.
Eso queda para la anecdota
Abrazos Ale

Chelo dijo...

a pedal...pero muy divertido jeje